MAESTRO DE CASTRAR – CAPAOR
CAPAOR – Maestro de castrar
Fue un oficio muy importante hasta los años 60, cuando el animal para el trabajo fue sustituido por la maquinaria; y cuando la economía de consumo vino a sustituir a la de subsistencia. El trabajo consistía en castrar animales domésticos destinados al consumo humano, que se mantenían en todas las casas; además de rebaños ganaderos ovinos, bovinos,…
El último heredero de este oficio fue Antonio Ángel González Soriano, quien recorría la comarca del Condado y gran parte de la provincia de Jaén ejerciendo sus habilidades aprendidas de su padre Pedro. Todos lo informantes coinciden en su virtuosidad para realizar la tarea, para la que se ayudaba únicamente de las herramientas que se ven en la imagen: una cuchilla bien afilada y una aguja curvada. Cerdos, pollos, gallos, burros, caballos,… incluso la dificuldad del castrado de hembras.
La ausencia de veterinarios en situaciones de urgencia, le hacía asumir responsabilidades de lo que se denominaba albeitar o sanador de animales.
Un trabajo delicado, difícil y con mucha responsabilidad. Consciente de este compromiso, Antonio Ángel supo ejercer, de manera impecable, esta profesión. Con su honradez y su buen hacer, se ganó la fama y el reconocimiento en toda la provincia de Jaén.
REFERENCIAS
MERCADO PÉREZ, Jacinto. Maestro de castrar. Oficios en la memoria. Rev. La Raiz. num 3. Jaén 2007