Tesoros de Santisteban en el Museo Arqueológico Nacional (2014)

Hace unas semanas tuve la suerte de volver a visitar el Museo Arqueológico Nacional de nuevo. Fue una visita rápida, y recordé el escrito que realicé para el libro de las fiestas de Pascuamayo 2014, donde compartí algunos datos interesantes y fotografías.

Reproduzco este artículo para todos los que no hayáis podido leerlo.


Estimados amigos, no quiero dejar pasar esta oportunidad para destacar el hecho de que hace unos meses tuvo lugar la reapertura al público del Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, tras varios años de interminables reformas.  Como muchos ya conoceréis, de la riqueza arqueológica que tiene Santisteban, existen dos elementos de nuestro pueblo que se exhiben en este importante museo.

Fue en 1980 el año en que D. Francisco Olivares trató el tema en el libro de  fiestas por primera vez; posteriormente se ha vuelto a tratar en alguna ocasión más. También se ha mencionado en otras publicaciones divulgativas, como en el primer número de la Revista “La Raíz”, y siempre aportando datos históricos procedentes de estudios varios. Sabiendo que no descubro nada nuevo para las personas que con cierto grado de profundidad conozcan la materia, sí pretendo al menos refrescar la memoria sobre la importancia de lo que tenemos trayendo de nuevo a primer plano nuestra riqueza arqueológica.

Existen dos ítems en la colección general del museo que han sido encontrados en Santisteban. En la primera planta, en la zona de “Mundo Medieval” se encuentra una preciosa pila bautismal visigoda, que, citando a D. Francisco Olivares, “apareció en el año 1954 al hacer las obras del camino olivarero del Villar en la fuente de la Peñuela”.  En el museo aparece datada como del siglo VII, pero algunos historiadores la sitúan entre el siglo V y el VIII.

Como elementos decorativos en el frontal destacan el crismón central, símbolo -según algunos autores de origen pagano- que pasó a representar a Cristo en la antigüedad. También aparecen dos hojas cordiformes  en vertical -es decir, en forma de corazón-, motivos vegetales comunes en la arqueología del mundo antiguo, aunque según otros estudiosos bien podrían ser dos cántaros.

 

Pila Bautismal Visigoda de Santisteban del Puerto en el Museo Arqueológico

Pila bautismal Visigoda de Santisteban del Puerto. Vista Frontal.

En su interior se aprecian tallados dos peces, en alusión al símbolo ideado por los primeros cristianos, representando la conversión a la fe por el bautismo.

Interior de la pila bautismal visigoda de Santisteban del Puerto

Interior de la pila bautismal visigoda de Santisteban del Puerto en el Museo Arqueológico Nacional.

El segundo elemento, más importante, es el denominado “Tesoro de Perotito” o de “Pedrotito”. Está ubicado en la primera planta, en el ala de protohistoria, justo al lado de la dama de Baza y muy cerca de la dama de Elche. Este tesoro –todo de plata- lo forman

diez piezas enteras que son una pátera, cinco copas, un brazalete, una pulsera y dos fíbulas, otros cinco vasos en estado fragmentario y pedazos de algunos más, a lo que se añade el trozo fundido,

como indicaba José Ramón Mélida, director del museo Arqueológico Nacional entre 1916 y 1930, en un artículo titulado “Argentaría Ibero-Romana. El tesoro de Perotitos” publicado en 1918 la revista “Museum”, vol. 6 nº 8.

Tesoro de Perotito Santisteban del Puerto, MAN

Vista general del tesoro de Pedrotito de Santisteban del Puerto en el Museo Arqueológico Nacional

Para más detalles sobre el tesoro Joaquín Mercado nos describe las piezas en su obra “La muy Ilustre Villa de Santisteban del Puerto” de 1973, y lo amplía en “Historia y Diplomática hasta finales del siglo XIV”. En esta última obra cita la publicación “La Pátera de Santisteban del Puerto (Jaén)”  de  Beatriz de Griñó y Ricardo Olmos en 1982, siendo este el estudio más completo hasta la fecha de la “sensacional pátera” –así la denominaba Francisco Olivares-, y que es  “pieza señera del mundo ibérico” en palabras de los autores del estudio.

Esta pátera, componente central del tesoro, presenta en su interior a una cabeza de lobo con las fauces abiertas que protege o devora a una cabeza humana, ambas rodeadas por una doble serpiente, símbolo del inframundo. De alguna manera el artista íbero que la elabora sincretiza mitos de la cultura clásica grecorromana y los adapta a las creencias y cosmovisión de los íberos, citando también los expertos ciertos matices celtíberos. En la información que da el Museo se indica que la pátera era usada para libaciones, esto es, derramar algún líquido (como aceite, agua, sangre o vino) a modo de ofrenda sobre una superficie sagrada, en honor a los dioses o a los difuntos. Los distintos centauros que rodean la cabeza central podrían representar distintos rituales del mundo íbero, pudiendo tener también un significado fúnebre.

Pátera de Perotito, Santsiteban del Puerto, Museo Arqueológico Nacional.

Pátera de Perotito, Santsiteban del Puerto, Museo Arqueológico Nacional.

Sea como fuere, animamos a leer a todo el que tenga interés el estudio citado.

Estudio sobre la Pátera de Santisteban por Beatríz de Griñó y Ricardo Olmos

Estudio sobre la Pátera de Santisteban por Beatríz de Griñó y Ricardo Olmos

Finalmente destacar un detalle que me llamó la atención mientras consultaba distintas referencias bibliográficas sobre el tesoro. Indica Joaquín Mercado en su mencionada obra de 1973, citando a su vez a Don Francisco Álvarez Ossorio, que

en una finca denominada Perotito, al labrar unas tierras se encontró casualmente el tesoro […], la totalidad del hallazgo parece ser que se desmembró y se perdió en parte. Lo salvado y adquirido por el estado por Real Orden de 31 de julio de 1917 pasó al Museo Arqueológico

Parece que el tesoro era más grande de lo que finalmente llegó al Museo Arqueológico.  Lo corrobora D. José Ramón Mélida, director del museo, en su trabajo “Adquisiciones del Museo Arqueológico Nacional en 1917” publicado en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos en septiembre de 1918.

[…] el hallazgo fue casual, al labrar tierras de la finca llamada “Pedrotito”; y quienes lo hallaron, ignorantes del valor arqueológico […] debieron dividirlo. ¿Componían el tesoro más piezas […] y con ellas habría monedas? Si hemos de atender ciertas referencias nos inclinaremos por la afirmativa en ambos puntos. El tesoro de Pedrotito era numeroso, pues la colección salvada y adquirida por el Gobierno en virtud de Real orden de 31 de julio de 1917 […]

¿Esa real orden que también cita Joaquín Mercado podría darnos algún indicio de quien fue el vendedor del tesoro? Lo comprobamos consultando la Gaceta de Madrid (antiguo Boletín Oficial del Estado). La real orden fue dada el 17 de julio pero no se publicó hasta el 5 de agosto:

MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y  BELLAS ARTES. Ilmo. Sr.: Habiendo  solicitado D. Eloy Rodríguez Vellón, que el Estado le adquiera una colección de objetos de plata cuyo peso total es de 3551,50 gramos, consistente en cuatro vasos, un brazalete en figura de serpiente, una copa con pie, una pulsera grabada, dos fíbulas, una pátera repujada y varios fragmentos de vasos, encontrado todo ello en el término municipal de Santisteban del Puerto, provincia de Jaén, y de conformidad con los informes emitidos por la Junta facultativa de Archivos, bibliotecas y Museos y por el Museo Arqueológico Nacional que estiman conveniente dicha adquisición, apreciando que los objetos mencionados son productos de la platería ibérico-romana del siglo I antes de J.C., y de singular importancia; S.M. el REY (q. D. g.) se ha servido disponer que se adquiera la mencionada colección en el precio de 6.500 pesetas y con destino al Museo Arqueológico Nacional, pagándose dicha suma con cargo al crédito de 15.000 pesetas consignado en el capítulo 18, artículo 2º, para adquisición, entre otros extremos, de objetos arqueológicos, del presupuesto vigente de este Ministerio. De Real Orden lo digo a V.I. para los efectos consiguientes. Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid, 31 de julio de 1917. ANDRADE. Señor subsecretario de este ministerio.

¿Quién era este hombre llamado Eloy Rodríguez Vellón que vendió el tesoro al museo? Claramente Eloy Rodríguez Vellón no sería uno de los “ignorantes labradores” que mencionaba el señor Mélida en su trabajo referente a las adquisiciones del museo. Es muy probable que se trate del mismo Eloy Rodríguez que en 1930 fue vocal secretario de la inmobiliaria Vasco-Madrileña fundada por José Luis Aznar (página 77 de “La familia Aznar y sus negocios”, de Jesús María Valdaliso). También aparece mencionado en un par de ocasiones en la Gaceta de Madrid. El 25 de agosto de 1931 dice que

se libran 1000 pesetas a nombre de Eloy Rodríguez de Vellón, habilitado del Museo Arqueológico Nacional

quedando patente la vinculación de esta persona con el museo. Finalmente en el BOE 1949 se cita su fallecimiento como Jefe de Administración (y quizá de Negociado) de Educación Nacional, por lo que parece que terminó sus días en el cuerpo de funcionarios de la administración franquista.

Sea como fuere, Eloy era una persona acomodada para su época, seguramente con influencias y contactos como para poder negociar la venta de parte del tesoro de Pedrotito. Esto es algo impensable con la legislación actual pero que por entonces estaba incluso contemplado en el presupuesto del Ministerio de Bellas Artes. Aún así, llama la atención que esta persona que terminó siendo habilitado del museo no haya dejado ningún escrito ni estudio sobre arqueología, o al menos nada que podamos hallar utilizando las fuentes existentes en Internet. Parece más que razonable pensar que quizá Eloy supiera del destino del resto del tesoro, al menos con mucha más probabilidad que los “ignorantes labradores”. Quién sabe si sería posible iniciar un trabajo de investigación cuyo resultado final podría llevarnos a saber que fue del resto del tesoro.

Y tras esta reseña anecdótica sobre el misterioso Eloy Rodríguez Vellón y las 6.500 pesetas que le pagaron por el tesoro de Pedrotito, quisiera concluir enganchando con el principio. Decíamos que Francisco Olivares nos hablaba por primera vez en el nuestro libro de fiestas de 1980 de la presencia de Santisteban en el Museo Arqueológico Nacional. Pues bien, al año siguiente, continuaba con la temática y nos introducía en los tesoros del museo arqueológico municipal. Por establecer una analogía, sería algo bueno que del mismo modo que este año hemos asistido a la reapertura de nuestro museo nacional, podamos el año que viene hablar de la puesta en funcionamiento regular de nuestro museo arqueológico municipal. Es bien seguro que todos nos alegraríamos.

 

Madrid, 18 de mayo de 2014, día Internacional de los Museos.

Pedro Salido López